En el taller de julio conversamos sobre nutrirnos para dar desde lo que somos. (Grabación aquí)
Entendemos que no podemos dar desde el vacío, no podemos dar desde el agotamiento ni la autoexigencia. El dar sin recibir, el dar sin darse a una misma, es una de las principales desarmonías -y creencias- que sostenemos como mujeres.
Para cambiar este patrón, tan arraigado en cada una de nosotras, necesitamos reflexionar individualmente y comenzar a desandar la creencia de dadoras universales.
Sucede que cuando el dar tiene un fin, una utilidad, cambiar el patrón no es tan fácil, requerirá de una observación que te permita comprender registros emocionales más profundos relacionados con la sensación de carencia y la necesidad de ser amada.
Te invito a que te respondas la siguiente pregunta: ¿Desde dónde das… tu ayuda, tu tiempo, tu escucha, tus recursos? Y te sugiero algunas respuestas posibles y, a lo “múltiple choice”, reflexiona sobre las que son ciertas para ti.
1. Das para que te acepten, consideren y aprecien. ¿Buscas pertenecer y ser incluida a través de dar? El dar es, tal vez, tu moneda de cambio para ser amada, no te sientes suficiente y consideras que por ser amable recibirás amor.
2. Das para retener vínculos, creando dependencia de ti. ¿Usas tu dar para manipular? Al hacer por otros evitas que las personas crezcan, las desvalorizas o menosprecias, tal vez sin darte cuenta; y a la vez, les pides que a cambio se queden contigo.
3. Das porque eres empática, sabes lo que los otros necesitas sin que te lo piden. Esta es una forma invasiva de dar que también reduce a las otras personas a la incapacidad de pedir. Tal vez, esa incapacidad es propia y esperas que otros vean tus necesidades y que te den sin que tu pidas. Es una forma de evitar conectar con las propias vulnerabilidades y carencias.
4. Das porque es más fácil que ocuparte de ti y de tus necesidades. ¿Usas el dar para posponerte? Nunca tienes tiempo para ti, pero tal vez, si podrías tenerlo. Esta es también una forma de no conectarte con sus carencias ni ocuparte de ellas.
Todas estas formas de dar son dolorosas de reconocer en una misma. No están sustentadas en Amor hacia ti, ni en Amor hacia los demás. Son formas que surgen de tus vacíos internos que necesitan ser observados y sentidos desde la compasión para entonces comenzar a sanarlos. Ese es el camino para crear y aprender recursos con los que puedas estar para ti, llenarte de ti.
Opción 5. Das desde lo que eres. Te nutres, te completas, te animas a moverte hacia lo que deseas y pulsa en tu interior y así te manifiestas e irradias el mismo Amor que primero te das a ti.
“No es necesario generar ni armar nada artificialmente, hay que ser. Lo más profundo de ti misma es tu ser interior. Anímate a encarnarlo, anímate a convertirte completamente en ese ser. Permítete ser tal cual eres, esa es la única verdadera colaboración que la vida pide de ti.” Extracto del libro Nuestro Útero.
Participa en el próximo taller online! 25 de agosto. Conversaremos sobre la conexión útero-corazón y como nos puede ayudar para reconciliarnos con todo lo que somos y movernos hacia la manifestar de nuestro Ser. INCRIPCIONES AQUÍ.
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